Las familias con niños pequeños se plantean qué raza será mejor para convivir en familia, cuál será más consciente y fiable para comprender que los niños son personas especiales, que requieren un trato adecuado. También cuando tenemos un perro en casa y esperamos un hijo, nos hacemos esta misma pregunta: ¿será bueno nuestro perro para nuestro bebé?
A continuación vamos a presentar algunas razas que se consideran especialmente buenas para convivir con niños:
Hay más razas que se llevan bien con los niños, y con un adiestramiento adecuado, casi todas pueden convivir con ellos tranquilamente, pues combinan la inteligencia con la nobleza, el carácter juguetón y un instinto de protección con los más pequeños.
La convivencia entre niños y perros tiene grandes ventajas y ofrece oportunidades de cara a aspectos como la formación en valores para los más pequeños; el compañerismo, el amor por la naturaleza, desarrollo de las emociones y sentimientos, mejora de la confianza en sí mismos, la responsabilidad sobre otro ser, etc.Cuando llega un perro a la familia se desarrolla un espíritu de compañerismo y camaradería entre los más pequeños y el nuevo familiar canino. Un perrito será sin duda un amigo con el que compartir juegos y travesuras. Además, los peques podrán confiar en él, desarrollar un vínculo especial, que en estos primeros años puede ser muy enriquecedor; contarle sus cosas, sentirse queridos y muchas veces protegidos.
Siempre tendrán a alguien con el que compartir su tiempo, investigar nuevas cosas, jugar, correr, etc. pero además de eso se sentirán responsables del cuidado de su amigo, porque al fin y al cabo ellos son sus dueños/sus padres/sus líderes. Cuando juegan con un cachorro aprenden (junto con la ayuda de los mayores) que entre sus manos hay un ser frágil, y que de sus acciones depende que esté bien o no lo esté. Ya no serán ellos los más dependientes de la casa, los que reciben todos los cuidados, ellos también tienen que cuidar y preocuparse por el bienestar de su mascota. Sacándolos a pasear o acompañando a los adultos, yendo a las visitas al veterinario, colaborando en el baño y el aseo, etc.
Aunque muchos aspectos de esta relación surgen de forma innata entre niños y perros, otros tienen que venir por parte de los adultos. Hay que enseñar a los niños a que los perros también necesitan sus momentos de descanso, a no atosigarles cuando se ven cansados, cuando están durmiendo o cuando acaban de comer. Enseñarles acogerlos cuando son cachorros, sobre todo si son de pequeño tamaño, y explicarles que no los pueden dejar caer, que sienten dolor igual que ellos y que hay que tratarlos con mucho cuidado.
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me encantan los animales tengo 3 gatos un ganster y un perro no es de raza pero lo quiero igual no me gusta que le den agua y comida en sus platos sucio ya que ellos son como uno muy inteligente sabio cariñoso a mi nieto igual saludos desde chile ciudad arica