Terapia con perros

¿Vas a asistir o algún familiar tuyo a una terapia asistida con perros? ¿Tienes curiosidad y quieres saber más sobre de qué tratan? ¿Te gustaría utilizar la terapia con perros como herramienta y necesitas más información?

Si respondes que sí a alguna de estas preguntas…entonces estás en el lugar indicado.

Las terapias asistidas con perros son aquellas en las que el perro actúa como coterapeuta junto con el/la especialista en salud. Las terapias están diseñadas de forma concisa y enfocadas a la consecución de objetivos concretos respecto a los que el terapeuta puede hacer un diseño, seguimiento y evaluación.

El profesional de la salud define y diseña la terapia y el perro asistente es el ayudante imprescindible sin el cual no se conseguirían los objetivos para los que se sigue la terapia.

¿Por qué los perros son de ayuda en las terapias?

Los perros son animales sociales, cariñosos, empáticos y fáciles de educar. Entienden muy bien el lenguaje no verbal y son súper fieles con sus dueños. Por ejemplo en las terapias con niños autistas, los perros aprenden rápidamente a obedecer órdenes sencillas que les dan los niños, les aportan tranquilidad y les ayudan a mostrar sus sentimientos y sentir empatía.

Foto de niña con su perro westy

Niña en el monte con su perro west highland terrier

Los perros siempre han sido los compañeros ideales de las personas. Nos han ayudado en multitud de ámbitos, tanto relacionados con el trabajo como con la compañía. Además, son animales inteligentes y fáciles de educar, siendo sus comportamientos bastante predecibles.

Por estos motivos, cuando se iniciaron las terapias con animales se pensó en ellos. Eran la opción más obvia ya que siempre habían ayudado aunque no estuvieran institucionalizados. Así pues, aunque los perros nos ayuden en nuestro día a día, los perros de terapias tienen que estar educados para tal fin.
El adiestramiento de perros de terapias es llevado a cabo por profesionales especializados los cuales enfocan su aprendizaje a la misión concreta para la que estén encaminados y al colectivo con el que vayan a trabajar. Siempre tienen que ser perros equilibrados y sociables.

Tipos de terapias asistidas con perros

  • Terapia ocupacional con perros: la terapia ocupacional es una aquella que se desarrolla para capacitar al paciente en la consecución del máximo nivel de independencia en su vida diaria y mejorar así la calidad de vida del usuario. Así, la terapia ocupacional con perros consigue, gracias a la interacción entre el animal y el paciente, mejorar aspectos imprescindibles para desarrollar esta independencia como pueden ser el establecimiento de rutinas, la asunción de responsabilidades y roles, desarrollo de la comunicación verbal y no verbal, etc.
  • Mejora cognitiva: atención, comprensión, memoria, razonamiento, coordinación, etc.
  • Mejora física: equilibrio, fuerza muscular, movilidad, etc.
  • Desarrollo social: empatía, ayuda al contacto social, mejora de las relaciones dentro del grupo, etc.
  • Desarrollo emocional: fortalecimiento de la autoestima, aumento de la responsabilidad, ayuda a la expresión de sentimientos, reducir la sensación de soledad, etc.

Varios de estos elementos pueden estar agrupados en la misma terapia, dependiendo de las necesidades del paciente y los objetivos que quiera conseguir el terapeuta. Por lo tanto, no se trata de terapias excluyentes y cada una de las intervenciones genera externalidades que benefician al resto de los aspectos de la vida del paciente o usuario.
Por ejemplo, con las terapias asistidas con perros para personas mayores además de buscar mejorar la salud física (mejora de la movilidad o equilibrio) también se desarrollan otros aspectos como el emocional, gracias a la mejora en la autoestima o el social, porque los perros pueden ayudarles a abrirse a otras personas.

¿Para quién es recomendable una terapia con perros?

Lo imprescindible para llevar a cabo las terapias asistidas con perros es que las personas a las que van dirigidas estén de acuerdo participando en ellas de forma voluntaria, valorándose la motivación y el estado físico y mental.

Sin embargo, muchísimas personas con distintas características son susceptibles de participar en terapias con perros. Se realizan terapias con personas con autismo, discapacidad intelectual, depresión, parálisis cerebral, colectivos en riesgo de exclusión social, personas con movilidad reducida, etc.

mujer con su perro en el campo

Por ejemplo, en el caso de los/las afectados/as por algún trastorno del espectro autista se ha demostrado que una terapia con perros especialmente diseñada para ellas aumenta su empatía, mejora sus capacidades de comunicación y autoestima. Además, los perros se adaptan perfectamente a las rutinas que necesitan tener las personas con autismo.

 

¿Qué razas son las más apropiadas para terapias?

Las razas que más comúnmente participan en terapias asistidas con perros son los golden retriever, labrador retriever y pastor alemán. Son razas inteligentes, fáciles de educar y cuyos ejemplares suelen ser bastante equilibrados y tranquilos.

Sin embargo, la selección de perros para terapia se realiza entre multitud de perros con y sin raza. Dependiendo de la misión que tendrán encomendada se necesitarán unos requisitos u otros. Por ejemplo, los perros que participan en terapias enfocadas a ofrecer compañía a personas mayores suelen ser tranquilos y dulces, sin que se necesiten algunas características específicas que sí se requerirán para el trabajo con niños autistas.

pastor alemán en razasdeperros

El proceso de educación de un perro de terapia normalmente comienza con la selección, tanto de cachorro como de adulto, con diferentes pruebas que miden su carácter, reacciones en distintas circunstancias, etc.

Cuando los perros para terapias han sido seleccionados desde cachorros deben llevar a cabo un proceso de socialización exigente. Los perros se exponen a multitud de estímulos, personas y animales para que se habitúen a todo. Este periodo, aunque se mantiene en toda la vida del animal, es más intenso hasta los tres meses.
Tras esto se comienza con la educación, hasta que el perro alcanza su desarrollo sexual. En esta etapa se le enseña a estar adecuadamente en el mundo, a cómo jugar, se le habitúa a entornos terapéuticos, a diferentes tipos de contacto con personas, etc.

Posteriormente comienza el adiestramiento y la generación de habilidades. El adiestramiento en obediencia es necesario, además de la adquisición de habilidades para las terapias en las que vaya a participar.

El bienestar de los animales debe asegurarse en todo el proceso, por eso los perros que trabajan en terapias deben ser cuidados, educados y seleccionados por especialistas.

Otros animales que son de ayuda

Existen otro tipo de terapias con animales. Los trabajos con caballos también aportan muy buenos resultados ya que al igual que los perros son empáticos y nobles. También existen terapias con delfines, llamada delfinoterapia, aunque hay mucha controversia sobre el tema de si los delfines son adecuados para este tipo de terapias y el daño que pueden causarles.

 

Esperamos que os haya sido de utilidad este artículo de terapia con perros y que nos comentéis todas vuestras dudas y experiencias respecto al mismo.

Comentarios
  • Juan Moises dice: Responder

    Muy buen artículo, quisiera compartir una reciente investigación que trata sobre este tema, donde se resaltan los beneficios de tener un perro, ya no sólo para el pequeño con autismo, si no incluso para sus cuidadores.
    El enlace de este arículo es el siguiente:
    http://juanmoisesdelaserna.es/psicologia/mascota-para-autismo
    Espero que le resulte de interés.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2023 Razasdeperros.com. Todos los derechos reservados.