La socialización del cachorro

Cuando se habla de educación canina siempre se hace hincapié en la necesidad de socializar adecuadamente a nuestro perro desde pequeño, pero en ocasiones no tenemos claro en qué consiste. En este post daremos respuesta a las preguntas de ¿qué es la socialización canina? ¿cómo socializar a nuestro cachorro? Y ¿qué puede ocurrir si no lo socializamos correctamente?.

¿Qué es el periodo de socialización canina?

Cuando nos referimos a la socialización dentro de un espacio de tiempo estamos hablando del periodo crítico de socialización, el mismo va desde las tres semanas de vida hasta los 6 meses. En este periodo los cachorros son muy receptivos a aprender de experiencias nuevas y este aprendizaje marcará increíblemente su comportamiento como perro adulto. A pesar de esto, la socialización de los perros es un proceso continuado que se debe apoyar a lo largo de toda su vida.

 

¿Cómo guiar el proceso de socialización?

La clave para socializar es enseñar a nuestro cachorro a sentirse relajado y seguro en distintas situaciones El proceso de socialización tiene que tener tres “patas”:

– Socialización de tu cachorro con otras personas ajenas a la familia.

Es importante que el cachorro se relacione amablemente con personas que no están dentro de su núcleo familiar. Por ese motivo es básico que tu cachorro se relacione con muchas personas distintas, conozca cada día a nuevas y se divierta con las mismas. Estos acercamientos siempre deben ser en positivo, puede ser útil que personas ajenas a la familia le den “premios” cuando llegan a casa, (así relacionará conocer a un extraño con algo agradable) . También es conveniente que se relacionen con niños, siempre con supervisión, para que nuestra mascota no viva ninguna experiencia traumática.

• Socialización con otros perros

Los cachorros habrán comenzado su periodo de socialización con otros perros cuando llegan a casa. En la etapa en la que han convivido con su madre y hermanos habrán aprendido  “reglas caninas”, han jugado y se han sentido seguros, además,  han aprendido autocontrol y orden jerárquico con otros de su misma especie. Pero su socialización con otros perros en absoluto acaba aquí.

Antes de nada tenemos que tener en cuenta que probablemente cuando el cachorro llegue a casa no tendrá puestas todas las vacunas (si ha llegado con menos de tres meses) y tenemos que ser muy cuidadosos respecto a posibles contagios. Por eso siempre hay que estar atentos a con quién y dónde se relaciona nuestro perro (no llevarlos a parques públicos). Estar seguros de que sus amigos están sanos y tienen sus desparasitaciones y vacunaciones en regla. Además tenemos que observar y preguntar a los dueños sobre el comportamiento de los otros perros para evitar posibles agresiones.

Teniendo esto claro, tenemos que hacer que nuestro cachorro se relacione y juegue con perros de su misma edad pero también con perros mayores, de distintos sexos (sobre todo de su mismo sexo) y distintas características físicas (tamaño, color, etc.). Si vive buenas experiencias con otros perros además de seguir aprendiendo sobre las “reglas del comportamiento canino” fomentaremos que sea un perro equilibrado y seguro.

• Vivir distintas experiencias

El cachorro debe normalizar distintas experiencias para que no sienta miedo ante ellas. Es importante acostumbrarlo a distintos ruidos, olores, texturas, etc.  Por eso es aconsejable que aunque no podamos sacarlo a pasear antes de que tenga la tercera vacuna, lo saquemos de casa en brazos, para que se vaya haciendo con el lugar donde vivimos, ruidos de los coches, obras, etc. Además situaciones como  ir en el coche, recibir un baño  o asistir al veterinario las normalizan mucho mejor si las hacen desde pequeños y tienen obtienen sensaciones positivas.

¿Qué puede ocurrir si no llevo a cabo un buen periodo de socialización con mi cachorro?

Existen muchos comportamientos negativos en perros adultos que los educadores caninos relacionan con la mala socialización, por eso la gran importancia de este periodo, entre ellos podemos encontrar (entre otras cosas):

• Conductas agresivas con perros o personas.
• Timidez extrema
• Ladridos compulsivos
• Fobias
• Ansiedad por separación